La recesión de encías es un problema relativamente común que puede causar sensibilidad dental y aumentar el riesgo de problemas más serios si no se trata a tiempo. Cuando las encías retroceden, las raíces de los dientes quedan expuestas, lo que puede generar sensibilidad al frío, calor y alimentos dulces, y también aumentar el riesgo de caries y daño en la raíz. Aunque la recesión de encías no puede revertirse por sí sola, hay medidas que puedes tomar para detener su progresión y proteger tus dientes y encías.
Causas comunes de la recesión de encías<...br/>Cepillado agresivo: Usar demasiada fuerza al cepillarse o un cepillo de dientes de cerdas duras puede desgastar el esmalte y causar que las encías se retraigan.
Enfermedad periodontal (enfermedad de las encías): La gingivitis o la periodontitis no tratadas pueden llevar a la destrucción de los tejidos que sostienen los dientes, incluidas las encías, causando recesión.
Bruxismo (rechinar los dientes): El hábito de apretar o rechinar los dientes puede ejercer presión en las encías y los dientes, lo que contribuye a la recesión.
Mala alineación dental: Los dientes mal alineados pueden ejercer presión desigual sobre las encías, lo que puede provocar que se retraigan en ciertas áreas.
Cambios hormonales: Los cambios hormonales durante el embarazo, la pubertad o la menopausia pueden hacer que las encías sean más sensibles y vulnerables a la recesión.
Factores genéticos: Algunas personas son más propensas genéticamente a la recesión de las encías, independientemente de su higiene dental.
Tabaquismo: Fumar o el uso de productos de tabaco puede afectar negativamente la salud de las encías, dificultando su capacidad para sanar y manteniéndolas propensas a la recesión.
Estrategias para detener la recesión de encías y proteger tus dientes
Mejorar la técnica de cepillado
Descripción: Uno de los principales factores que contribuyen a la recesión de encías es el cepillado agresivo. Usar demasiada fuerza o un cepillo de dientes con cerdas duras puede dañar el tejido gingival.
Solución:
Usa un cepillo de cerdas suaves o un cepillo eléctrico con un sensor de presión para evitar cepillarte con demasiada fuerza.
Aplica movimientos suaves y circulares en lugar de movimientos horizontales agresivos.
Asegúrate de cepillarte durante 2 minutos, dos veces al día, para limpiar tus dientes sin dañar tus encías.
Usar una pasta dental para dientes sensibles
Descripción: Si experimentas sensibilidad en las raíces expuestas de los dientes, cambiar a una pasta dental para dientes sensibles puede ayudar a aliviar la incomodidad.
Solución: Las pastas dentales desensibilizantes contienen ingredientes que ayudan a bloquear los canales que conducen al nervio del diente, reduciendo la sensibilidad. Úsala de forma regular para obtener mejores resultados.
Visitar al dentista para un tratamiento periodontal
Descripción: Si la recesión de las encías se debe a una enfermedad periodontal, necesitarás tratamiento profesional para detener su progreso. Esto puede incluir una limpieza profunda (curetaje y alisado radicular) para eliminar la placa y el sarro de las áreas donde el cepillado diario no puede llegar.
Tratamientos:
Curetaje y alisado radicular: Este procedimiento limpia profundamente debajo de la línea de las encías para eliminar bacterias y suavizar las raíces de los dientes, lo que permite que las encías se adhieran nuevamente a los dientes.
Antibióticos: Si hay una infección periodontal, tu dentista puede recetarte antibióticos para reducir las bacterias que están afectando tus encías.
Considerar un injerto de encía
Descripción: En casos avanzados de recesión de encías, tu dentista puede recomendar un injerto de encía para proteger los dientes expuestos y fortalecer la estructura de las encías.
Cómo funciona: Durante este procedimiento, se toma tejido de otra parte de la boca o se usa un material de injerto para cubrir las áreas de encías retraídas, ayudando a proteger las raíces expuestas y mejorar la apariencia de las encías.
Usar una férula nocturna si rechinas los dientes (bruxismo)
Descripción: Si rechinas o aprietas los dientes, ya sea durante el día o mientras duermes, puedes estar ejerciendo demasiada presión sobre los dientes y encías, lo que contribuye a la recesión.
Solución: Consulta a tu dentista para que te recete una férula o protector bucal para usar por la noche. Esto protegerá tus dientes y encías del daño causado por el bruxismo.
Dejar de fumar
Descripción: El consumo de tabaco no solo daña las encías, sino que también afecta su capacidad para sanar. Las toxinas en el tabaco interfieren con el flujo sanguíneo a las encías, lo que retrasa la curación y puede empeorar la recesión.
Solución: Si fumas, dejar de fumar es una de las mejores decisiones que puedes tomar para mejorar la salud de tus encías. Consulta a un médico o especialista si necesitas apoyo para dejar el hábito.
Mantener una dieta saludable
Descripción: Una dieta rica en vitaminas y minerales es esencial para la salud de las encías. Las deficiencias de nutrientes, en particular la vitamina C, pueden afectar la salud de las encías y contribuir a la recesión.
Solución: Asegúrate de incluir alimentos ricos en vitamina C, como frutas cítricas, pimientos y fresas, en tu dieta. Además, las proteínas, calcio y otras vitaminas son esenciales para mantener los tejidos de las encías fuertes.
Evitar el consumo excesivo de alimentos y bebidas ácidas
Descripción: Los alimentos y bebidas ácidas, como refrescos, cítricos y vinagre, pueden erosionar el esmalte de los dientes y hacer que las encías se retraigan.
Solución: Si consumes alimentos o bebidas ácidas, enjuágate la boca con agua después para neutralizar los ácidos y espera al menos 30 minutos antes de cepillarte para evitar dañar el esmalte de los dientes.
¿Cuándo deberías preocuparte?
La recesión de encías puede empeorar con el tiempo si no se trata adecuadamente. Aquí hay algunas señales de advertencia que indican que deberías buscar atención dental profesional lo antes posible:
Aumento de la sensibilidad dental: Si notas que la sensibilidad en tus dientes aumenta, especialmente al consumir alimentos o bebidas frías, calientes o dulces, es posible que la recesión esté exponiendo más las raíces de tus dientes.
Encías sangrantes o inflamadas: Las encías que sangran al cepillarse o usar hilo dental pueden ser una señal de enfermedad periodontal. Si no se trata, esto puede llevar a una mayor recesión.
Dientes flojos: Si notas que tus dientes se sienten flojos o inestables, esto es una señal de que la enfermedad de las encías puede estar afectando el tejido que sostiene los dientes.
Dolor o malestar constante: Si sientes dolor o incomodidad en las encías, es posible que haya una infección o una recesión avanzada que necesite tratamiento profesional.
Conclusión
La recesión de encías puede ser preocupante, pero con los cuidados adecuados y la atención profesional temprana, es posible detener su progresión y proteger tus dientes. Adoptar hábitos de higiene dental adecuados, reducir los factores de riesgo, y visitar a tu dentista regularmente son claves para mantener la salud de tus encías y prevenir problemas mayores.
Si la recesión es avanzada, es importante consultar a tu dentista para explorar opciones de tratamiento, como limpiezas profundas o injertos de encía, para restaurar la salud y estética de tu sonrisa.
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Lo primero es disminuir el uso de cepillos que creen trauma, deben ser cepillos dentales suaves, y usar cinta dental en vez de hilos delgados y usar cremas para dientes sensibles y observar si tiene mejoría. Es importante consultar con un especialista en Periodoncia , para hacer un control de las recesiones y evitar complicaciones mas adelante.
El contenido de las respuestas es estrictamente informativo y no debe considerarse como sustituto a un asesoramiento médico.
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